Tenemos a nuestro gordito regalón, le tenemos la mejor comida del universo, techo y amor de sobra. Y de pronto ¡SAZ! El rey del hogar ha mordido a un miembro de la familia o nos ha gruñido, siendo que nosotros como sus padres lo damos todo por él.
No. En general, la mordedura es una señal de comunicación de tu mascota y esto, generalmente, es el último paso de un proceso y señales que posiblemente pasamos por alto. No te culpes, no es fácil observar lo que no sabemos que tenemos que observar.
La mordedura puede ser la última escala en una serie de señales de comunicación que nuestro perro realiza con nosotros. Esta escala puede ser explicada fácilmente con la escalera de la agresividad:
Esta herramienta nos permite ver de manera gráfica señales que muestran disconformidad y estrés en nuestra mascota. Todo esto con el fin de darnos cuenta de ello antes de que muerda.
Podemos separar la escalera en 3 niveles:
Nivel suelo/Base:
Aquí podemos ver señales como: lamerse la nariz, bostezar o evitar contacto visual directo.
Nivel medio:
En este nivel las señales se vuelven poco a poco mas evidentes, tales como: alejarse, pero si no puede retirarse comenzar a poner la cola entre las patas o ponerse boca arriba.
Nivel superior:
Aquí las señales ya son lo que uno podría entender como "agresivo", y es lo que la mayoría notamos. El cuerpo del perro está más rígido, se encrespa el pelo de la espalda, gruñidos, llegando finalmente a la mordedura.
Cambio de enfoque
Si tu perro te ha lanzado un mordisco al aire o te comienza a gruñir en determinadas situaciones, te invito a que lo veas como algo positivo. Esto es porque ahora te estás dando cuenta de que tu mascota está intentando comunicarse contigo. Algunas de las cosas que intenta comunicar pueden ser: que se siente incómodo con algo, inseguro, que está marcando límites, o incluso que siente algún malestar y no desea que lo toques. En el último caso es importante que estemos atentos a las señales porque nos puede alertar sobre la necesidad de llevarlo a un médico veterinario.
De esta forma ahora podemos comenzar a observar las situaciones en las que esto se da y buscar una manera de corregir esta situación.
Al referirme a "corregir" no me refiero a retar a tu mascota, castigarle o pegarle con un diario para que entienda "que está mal". Aquí lo que queremos es mejorar la educación, tanto para ti como tutor como para tu mascota.
Además, si la situación te resulta inmanejable te recomendamos consultar con en Etólogo. Éste es un medico veterinario especialista en comportamiento animal que podrá ver tu caso en particular y ayudar a mejorar la convivencia en tu hogar.
Fuentes:
https://www.etologiaveterinaria.net/por-qu%C3%A9-mi-perro-muerde/